Los Desastres y el Desarrollo
Hoy día veremos un tema muy importante: Los Desastres y el Desarrollo.
Primero empecemos definiendo que es el Desastre:
Una seria interrupción en el
funcionamiento de una comunidad o sociedad que ocasiona una gran cantidad de
muertes al igual que pérdidas e impactos materiales,
económicos y ambientales que exceden la capacidad de la comunidad o la sociedad
afectada para hacer frente a la situación mediante el uso de sus propios
recursos.
Estrategia
Internacional para la Reducción del Riesgo de Desastres - EIRD
Conjunto de daños y
pérdidas, en la salud, fuentes de sustento, hábitat físico, infraestructura,
actividad económica y medio ambiente, que ocurre a consecuencia del impacto de
un peligro o amenaza cuya intensidad genera graves alteraciones en el funcionamiento
de las unidades sociales, sobrepasando la capacidad de respuesta local para
atender eficazmente sus consecuencias, pudiendo ser de origen natural o
inducido por la acción humana.
Decreto Supremo 048-2011-PCM.
Reglamento de la Ley Nº 29664, Ley que crea el Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres
(SINAGERD).
Un desastre, claramente no es un sismo o
huracán, sino los efectos que éstos
producen en la sociedad. Los eventos
físicos son evidentemente necesarios y un prerequisito para
que sucedan los desastres, pero no son suficientes en sí para que éstos
se materialicen.
Debe haber una sociedad vulnerable
a sus
impactos; una sociedad que por su forma particular de desarrollo resulte
incapacitada
para hacer
frente o
recuperarse autónomamente de los impactos de éstos eventos físicos extremos “externos”.
Con frecuencia, se suelen mostrar Varios indicadores para mostrar
el desarrollo de una nación, pero en realidad son cifras que nos hablan más de
crecimiento económico que de desarrollo.
Y son Las modalidades de
crecimiento económico, caracterizada entre otras cosas por la acelerada transformación de la sociedad de una relación desequilibrada con
la naturaleza, la urbanización no planificada, la búsqueda de la ganancia a
corto plazo; el empobrecimiento de grandes masas de la población y su
marginalización en el territorio, las que
ocasionan los desastres .
Son las personas pobres quienes tienen muchas menos oportunidades
para recuperarse de las consecuencias de los desastres, y tampoco encuentran
opciones para prepararse frente a ellos.
Según el último informe del Banco Mundial, los desastres originados por fenómenos de
origen natural empujan a 26
millones de personas a la pobreza y provocan pérdidas por USD 520 000 millones
al año.
Los desastres son el producto de procesos de transformación y crecimiento de la
sociedad, que no garantizan una adecuada relación con el ambiente que le da sustento (Lavell,
1996). Son, como algunos lo han expresado, problemas no resueltos del
desarrollo, y la vulnerabilidad existente es una manifestación de déficits en
el desarrollo (Wijkman y Timberlake, 1984).
La manifestación más
extrema de este tipo de intervención negativa sobre la naturaleza, sin lugar a
dudas, está constituida por los procesos de reducción de la capa del ozono y el
cambio climático global, procesos que se
pronostica tendrán repercusiones futuras importantes, en términos de la fuerza
de huracanes, los patrones de lluvia e inundación y sequía.
Las amenazas hacen referencia
a
la probabilidad de la ocurrencia de un evento físico dañino para la sociedad,
y las vulnerabilidades, a la susceptibilidad
de la
sociedad de
sufrir
daños debido a sus propias características particulares.
No puede haber amenaza sin
vulnerabilidad, y viceversa. La relación entre ambos factores es dinámica
y cambiante. Estos cambios se deben, tanto a la
dinámica de la naturaleza, como a la dinámica de la sociedad.
El riesgo, que es inherente a la vida
en el planeta, se conforma por la interacción en un tiempo y territorio
específicos, de dos factores: los peligros y la
vulnerabilidad de la sociedad.
El
desastre es finalmente la concreción de un riesgo, una
relación de determinados
niveles de riesgo en la sociedad, donde el evento físico sirve de detonador,
pero como vemos, no es la única causa que le da origen.
La explicación del aumento
continuo en las pérdidas y su impacto en las economías puede encontrarse no en
un aumento en el número de eventos naturales extremos sino más bien en un
aumento del número de pobladores, infraestructura y producción, ubicados en
zonas de amenaza y en condiciones de tal vulnerabilidad que sean susceptibles
de sufrir daños y pérdidas de tal magnitud que enfrentan severas dificultades
para recuperarse.
Allan Lavell. La gestión local
del riesgo: nociones y precisiones en torno al concepto y la práctica. 2003
La pobreza y la
vulnerabilidad a los desastres que producen los fenómenos naturales extremos,
están muy claramente vinculadas. Si se quiere reducir el riesgo de desastres,
se debe reducir también la pobreza.
Video sobre los Desastres y el Desarrollo.
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